Para cargar el cilindro este debe estar vacío.
Cuando se recarga un tubo de CO2, se carga mayormente líquido. Luego funciona como un encendedor: al liberar presión, el líquido se evapora y se libera gas.
Que es lo que pasa cuando trae su equipo con bastante CO2?
Ya que el cilindro debe estar vacío, liberamos el contenido. En el caso del CO2, al liberarse rápido, se forma hielo seco.
Este hielo seco, al tomar temperatura, eleva mucho la presión interna del tubo. Esto empeora en días de mucho calor, o si se deja el cilindro en lugares calientes o al sol.
En caso de saltar esta válvula, se pierde completamente la carga, hay que proceder a reparar. Es decir, además de que el usuario se queda sin servicio, eleva sus costos.
Por lo tanto, es recomendable que al menos una hora antes de concurrir a recargar el tubo, dejarlo apenas venteando el contenido así llega vacío a temperatura ambiente.
Manipulación.
Un error común es aplicar excesiva fuerza al cerrar la válvula. No es necesario.
Si aplicamos demasiada fuerza pueden producirse muescas en el vástago o en el asiento de vástago. En el primer caso, hay que cambiar el vástago. En el segundo, la válvula completa.
Otro error es abrir la válvula en exceso. Se rompe la goma prensa. Un síntoma de este defecto es que hay que abrir a tope para que no pierda por el vástago y contratuerca.
Abrir apenas lo necesario para que salga gas, luego el trabajo lo hace el regulado.
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